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jueves, 28 de julio de 2011

¿Tenemos alguna esperanza...? Parte 1

¿Tenemos alguna esperanza...?


La tragedia natural ocurrida para el 15 de Diciembre del año 1.999 en el estado Vargas, fue un hecho tal, que causo  gran conmoción mundial, por lo que muchos gobiernos y organismos internacionales sumados al nuestro se avocaron a brindar  la necesaria colaboración, aportando recursos de toda naturaleza tanto humano especializado, así como materiales y monetarios, apropiados para tales circunstancias .
De esto, puedo hablarles con toda propiedad por cuanto junto a mi familia, viví en carne propia tales sucesos. Tuve, pérdidas materiales y de algunos sueños y proyectos, que según mi convicción solo están suspendidas en el tiempo y mi Señor los reanudará y/o hará unos nuevos y mejores para mí. También tuve perdida de amigos, algunos murieron, y  de otros no tengo certeza de su existencia o no.
Fueron momentos de angustia muy difíciles, que por razones de espacio se dificulta   explicarlos con mayor precisión, pero en los cuales cabe destacar  que, la mayor preocupación no radicaba en el vehículo o la vivienda destrozada, ni en ningún otro bien material que haya perdido,  sino, como es lógico, en la inminente necesidad de preservar nuestras vidas.
 Aun llovía mucho, el torrente aumentaba su nivel, a su paso  podíamos escuchar su devorador  rugido  y verle dando como zarpazos,  juntamente también percibíamos los últimos y desesperados gritos y llantos de quienes atrapados  y sin defensa desaparecían irremisiblemente y para siempre de esta  tierra.
Mi familia era un grupo de dieciséis (16) personas que estaba conformado en su gran mayoría por mujeres, niños y ancianos a quienes nosotros (dos hermanos y yo) en lo que nos era posible les dábamos respaldo. La situación  era apremiante, sin embargo, recuerdo como, durante toda la noche el Señor me confortaba con una palabra que mi hija había leído en la biblia unas horas antes en la tarde: “No temas porque yo estoy contigo…” . Isaías 41:10-13

Fue la noche más larga jamás vivida, y aunque por momentos creíamos que perecíamos ¡Al fin amaneció! y ¡Gracias a Dios!  Hubo como una especie de corta pero suficiente tregua en el temporal.

¿... De conservar la vida...?
Esta tregua nos dio tiempo para salir  asistidos  por el apoyo de unos rescatistas que llegaron al sitio, quienes nos tendieron unas cuerdas de las cuales nos asimos con todas nuestras fuerzas, mientras  nos abrían camino para finalmente conducirnos a lugar alto y seguro. Salmos 40:1-2

Pero aun venían cosas. Luego de llegar al lugar alto y seguro, que el Señor nos tenía preparado, vimos cómo repentina y estrepitosamente se precipitó la monstruosa avalancha como con furia voraz, y con toda su potencia, y observamos abismados, cómo el lugar donde habíamos permanecido toda una noche y de dónde habíamos salido hacía escasamente diez minutos antes, prácticamente desaparecía delante de nuestros propios ojos, literalmente absorbida por tan enorme mole de lodo. ¡Esta es la respuesta de un Dios vivo! ¡El mismo que abrió el Mar Rojo! Con un propósito ¡Nuestras vidas fueron preservadas! como  por Su misma mano. Dios tuvo cuidado íntegro de cada uno de nosotros. Salm.40:3
Anocheció, y no había corriente eléctrica. Decidimos dormir un poco, pero, como a la una de la madrugada me desperté al escuchar cuando uno de los de seguridad exclamaba al ver el cielo despejándose ¡ya están saliendo, los primeros luceros! Súbito me asomé y no solo vi los luceros sino también muchas más estrellas por lo que a mi corazón vino el Salmo: 19:1 “¡Los cielos cuentan tu gloria y el firmamento la obra de tus manos!La gloria, la alabanza, y la adoración es a Dios!!!
Luego, más tarde, cuando ya estuve un poco más reposado vino a mi mente,  una vez más, la palabra con la cual me había estado confortando: No temas, porque  yo estoy contigo” Esta vez expresándose Como todo un héroe que es, ¡mi héroe! enarbolando su Señorío y su Supremacía como corroborando su autoría en defensa nuestra y Su divina intervención en todo lo que fue capaz de hacer y que no fue perceptible ni entendible por nosotros: Estad quietos y ved que yo soy Dios!!! ¡Él es un Dios fiel! Él me amó, me ama  y nos ama y en mi agradecimiento, y por amor a Él y a ti, te presento este testimonio del amor y el poder de Dios.
Estimado amigo o amiga, en cualquier parte del mundo ha ocurrido algo similar, bien sea  con  mayor o menor intensidad.

...Definitivamente sí, En Cristo Jesús

Como ejemplo,  podemos  recordar y citar lo ocurrido en Armero (Colombia), si  retrocedemos un poco más, observamos lo referente a las I y II guerras mundiales mediante la cual el hombre procuraba obtener la “paz” y así como estas, otras lamentables catástrofes mundiales en las cuales fueron afectadas muchas personas. Pero, si vamos aun un poco más atrás y nos ubicamos en Edén, podremos notar el acontecimiento más terrible que le pudo suceder al hombre y como consecuencia a toda  la humanidad desde su creación, y fue el hecho de haber perdido la comunión con Dios debido al pecado, a su desobediencia, por lo cual  perdió los privilegios que disfrutaba y su condición de no ver la muerte, pues, este día fue dictaminado “del polvo eres y al polvo volverás“. Toda la humanidad fue contaminada Rom.5:12.
A raíz de ese acontecimiento el hombre carga con la tragedia de vivir separado de Dios y como desamparado y desesperanzado “por cuanto todos pecaron fueron destituidos de la gloria de Dios” Rom. 3:23.  Desde ese entonces y hasta ahora  el diablo,  enemigo número uno de Dios y del hombre,  se ha dado a la tarea de pervertir e impedir que LA ESPERANZA, LA VERDAD DE DIOS resplandezca en sus corazones,  y  puedan ver la manifestación del amor de Dios por ellos y para ellos.

1 comentario:

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